lunes, 21 de marzo de 2011

Aventura en Peña Mea

Para la segunda travesía del año escogimos la ascensión a Peña Mea. Este pico se encuentra entre el concejo de Laviana y el de Aller y para alcanzarlo se pueden seguir varias rutas. La más clásica es la que se aproxima desde Pelúgano, en Aller. Nosotros nos decidimos por realizarla por Doñango, un camino también frecuentado pero probablemente más difícil y peor señalizado, de ahí los distintos contratiempos que iremos relatando.

Para llegar a Les Campes, punto de partida, tendremos que ir hasta Pola de Laviana y, una vez allí, tomar el desvío por la AS – 252 hasta Tolivia, donde tomaremos una carretera hasta Fresnedo. De allí parte una pista que nos llevará hasta Les Campes, en cuyas inmediaciones dejaremos el coche para iniciar nuestra ruta.


Iniciamos el viaje siguiendo la pista que sale de Les Campes. Esta pista va en dirección Este haciendo un zigzag que en ocasiones nos saltábamos haciendo algún dificultoso tramo campo a través…



Fácilmente y en poco tiempo se alcanza una gran collado denominado la Collada de Doñango. Desde aquí, según las descripciones de la ruta y la gente del lugar (sin tener en cuenta opiniones de extraños a aquellos parajes) habría que seguir hacia la derecha, contra la montaña, en dirección sur. Pero como he dicho la ruta no está del todo bien señalizada y acabamos siguiendo un camino que nos llevaba a un collado del que no se podía seguir ascendiendo. Con lo que tuvimos que deshacer el camino andado y plantarnos de nuevo en la Collada de Doñango, habiendo perdido casi una hora de nuestro tiempo.



El caso es que desde la Collada de Doñango hay que ir literalmente contra la montaña, por un gran canal visible desde abajo. Una vez que asciendes varios metros ya encuentras señalización que te indica el camino ascendente.


Nosotros subimos este canal en poco tiempo a pesar de la fuerte pendiente que se aprecia sobre todo en su tramo final, hasta llegar a otro collado.



Una vez en el collado un camino parte hacia la derecha siguiendo la ladera de la montaña. Pero de nuevo la mala señalización o nuestra inexperiencia hizo que perdiéramos la pista y nos decidimos por ascender por una fuerte y peligrosa pendiente hasta llegar a la cresta de la montaña, en la que encontramos de nuevo señales muy probablemente procedentes del camino de Pelúgano.


Desde aquí, sólo hubo que seguir el camino. Una parte de la ruta muy bonita, ya que pasa a traves de una arboleda y en la que pudimos pisar (y todo sea dicho, jugar) con la nieve que todavía queda en la umbría de la montaña en esta época del año.



Todo hubiera sido fácil de no ser por habernos equivocado de nuevo en el camino e intentar subir por un canal cargado de nieve… sólo un pequeño retraso en una ascensión que ya daba sus últimos coletazos. Tras retomar de nuevo el camino sólo diez minutos nos separaban de la cumbre de Peña Mea, desde la que se tienen unas maravillosas vistas de la Cordillera Cantábrica.




El descenso fue más rápido, pero no por ello menos dificultoso. Intentamos encontrar una ruta alternativa pero la única accesible nos llevaba hacia Pelúgano, muy distante de nuestro punto de origen y el resto daban a canales demasiado abruptos como para intentar bajar.

Tras un buen rato de exploración nos decidimos bajar por el mismo sitio por el que habíamos subido… un descenso peligroso con algún susto que hizo aún más interesante nuestra aventura.


A partir de ahí todo bien, una bajada fácil hasta la Collada y de allí al trote por la pista hasta Les Campes (el tiempo se nos echaba encima), donde teníamos aparcado el coche.


En conclusión una ruta muy bonita que si algún pero tiene es la mala señalización… un hecho que no hizo otra cosa que hacer más interesante nuestro día; convertirlo en una aventura que hoy queremos dedicar a nuestro amigo Sergio: mucho ánimo.

martes, 1 de marzo de 2011

Subida al Monsacro

Pico Monsacro

Para estrenar este blog voy a describir nuestra primera ruta del año, la subida al pico Monsacro realizada el viernes 25 de febrero del 2011 aprovechando el día soleado con el que amanecimos.

El Pico Monsacro , se encuentra en el Concejo de Morcín , situado en el centro de Asturias , limita con los Concejos de Santo Adriano, Ribera de Arriba, Mieres, Riosa, y Quirós.

El cordal del Monsacro , casi unido a la Sierra del Aramo, alcanza su altitud máxima de 1.054 m, en el Picu La Fayona, también conocido como Cuitu Rumiru .

La ascensión al Monsacro, mágica montaña, plagada de historia, leyendas y tradiciones, puede realizarse desde casi todas sus caras.

Por la cara este saliendo de la Foz, por su cara sur desde el área recreativa de Viapara o bien optar por seguir la ruta más tradicional, la que asciende por su cara norte y es la mas dura, pero posiblemente también la más bella , nosotros optamos por esta última, partiendo de la aldea de la Collá.
Para llegar a la Collá, se coge la N630 en dirección a León, cogeremos a la derecha el desvío a Santa Eulalia de Morcín, una vez rebasada esta localidad, tomaremos a la izquierda la estrecha carretera de La Foz hasta La Collada.

Una vez en La Collada ya se puede ver el panel informativo de la ruta.

Empieza la ruta.



Comenzamos la ruta bastante tarde, cerca de la una de la tarde ya que no teníamos previsto tardar mucho en nuestra ascensión y nos dispusimos a alcanzar la cima.

El camino era bastante pendiente con abundante barrizal debido a las lluvias de días anteriores. Según íbamos ganando altura el camino era menos embarrado y ya podíamos disfrutar de unas vistas fantásticas contemplando Santa Eulalia de Morcín, Soto de Ribera y más al fondo la ciudad de Oviedo.

Juanra y Diego con Santa Eulalia, Soto de Ribera y Oviedo de fondo.


Tras una subida bastante pronunciada y sin descansos alcanzamos el Mayáu de les Capilles, también llamado de la Magdalena donde nos encontramos con la primera capilla.

En este tramo también encontramos a una pareja de montañeros que nos indicarían el collado al que nos tendríamos que dirigir para poder conquistar el Monsacro.

Con "la ermita de arriba" al fondo.

Camino al collado nos encontramos la segunda de las capillas llamada “ermita de arriba” que guarda una gran historia entre sus muros.

Tras un pequeño descanso seguimos en busca del collado que nos lleve a alcanzar nuestro objetivo y una vez en él podemos disfrutar de una vista espectacular, nos encontramos antes un conjunto montañoso que nos envuelve y obliga a pararnos para disfrutar de su grandiosidad.  

Una vez localizado el pico Monsacro nos dirigiremos hacia él por un camino rocoso que tendríamos que ir escalando con una dificultad no encontrada hasta este punto. Podemos ver gente en el Pico La Fayona situado al lado del Monsacro y una altura similar.

Poco a poco nos acercamos a nuestro objetivo y en menos de dos horas ya alcanzamos la cima, un poco antes de las tres de la tarde. Con los estómagos vacíos y después de contemplar el paisaje y dejar nuestro particular mensaje en el buzón empezamos a comer los bocadillos. 

Buzón Pico Monsacro.
 

A continuación nos dirigiríamos a La Fayona donde una pareja de buitres nos esperaban. Tras sacar alguna fotografía nos dispusimos a descender por otra cara diferente a la que habíamos subido y bastante menos dificultosa.

Buitres volando muy de cerca.


La bajada también sería bastante interesante encontrándonos con algún que otro caballo, algún compañero dándonos un pequeño susto con torcedura de tobillo o incluso algún animal muerto que nuestra curiosidad no pudo evitar que nos acercáramos a ver lo que era (a día de hoy todavía no estamos seguros si era un oso, un jabalí o el yeti del Monsacro que en paz descanse).


Ya sin darnos cuenta estábamos donde habíamos dejado el coche sobre las cinco y cuarto de la tarde aproximadamente.

Una buena experiencia y por supuesto que la primera de muchas otras.

Ya estamos pensando cual será la próxima...